miércoles, 13 de julio de 2011

Te Odio por ser tan Hermosa

Qué raro, no sé si te extraño o solo eres una simple costumbre alojada en mí juicio. Sucede que, cada vez que te observo, mis pupilas se dilatan como la franca brisa que se expande entre el forraje de la incertidumbre. Sucede que, cuando te advierto, en alerta mis sentidos sufren el letargo rutinario gracia de tu naturalidad. Sucede que, te odio por ser tan hermosa, a pesar de que la belleza sea la cualidad más parcial que existe. Sucede que, todo término mal, siendo amigos, siendo niños. Sucede que, estoy cansado de oír tu nombre por rincones que mi cuerpo ha dejado de augurar; cansado de que esas dos lámparas vespertinas tengan vigencia en mis recuerdos, cansado de verte danzar libremente y ni siquiera recitarte un hola. Sucede mucho pero… hay algo que no comprendo realmente.
Siendo amigos… felices éramos, así fue, porque lo fuimos… y ahora no somos nada.
Que irónico, que difícil , casi doce años siendo compañeros, ocultando esa lumbre de amor que maquillada vivía gracias a la palabra “amigos” y que de repente por tratar de erigir una relación, todo se disipe y pierda sentido alguno .
¿Tanto arriesgue al final? Solo seguí a mis sentimientos, porque lo real y sincero es aquello que sentimos, y para un romántico como yo… los principios e ideales son muy importantes.
Empezó todo bien, pero como todo esplendor que uno llega a admirar e idealizar, tiene también su decadencia y opacidad. Me enamore de ella y la verdad no me arrepiento a pesar de que mis ojos furtivos brillaron en ocasiones. Es cierto, ya no hablamos, ya no reímos, ya no existe un hola en libertad sino forzado, compungido y teatral. Ya no existe nada, que importa… se que hablaste mal de mí, y yo de ti, se que lloraste por mí y yo por ti, se que te enamoraste de mí y yo de ti, y lo mejor de todo es que, sé que no me has olvidado y yo tampoco a ti.

miércoles, 15 de junio de 2011

Yo me arrepiento...

De haber pensado una mentira a pesar de no haberla expresado. De decir cosas que pudieron dañar sin yo darme cuenta. De escribir maldiciendo mis tristes momentos. De correr cuando tenía que caminar plácidamente. De escupir sin razón alguna. De hacerme un mundo para expresarme a veces. De llorar por cursis sentimentalismos. De pensar mucho antes de actuar. De tratar siempre de resolverlo todo solo. De intimidarme por miradas desconocidas. De insultar en mente a quienes merecían tan solo ser escuchados. De sentirme nerd muchas veces. De ser tan antisocial por momentos. De no creer en fantasmas, cuando al final me gusta escuchar historias así. De no ser muchas veces yo mismo. De pensar tonterías cuando nunca existen. De creer en sueños siempre. De sentirme aislado cuando soy yo quien lo hace. De mirar al mundo con ojos brillantes, luego me estrello. De decir “no escucho reggaetón” y en la combi tarareo algunas canciones. De creerme el mejor jugando futbol. De aburrir con mis conversaciones a los demás. De ser tan irresponsable. De darle 0.50 céntimos a la gente que sube a los micros, cuando tengo 1sol. De ser tan celoso. De mirarme tanto al espejo. De reírme de las cosas que digo, mientras otras piensan que me burlo de ellos. De necesitar siempre a quien darle consejos, cuando soy yo el que los necesita. De imaginar siempre ser el líder. De mostrarme desinteresado por ratos. De no saber bailar, en especial la salsa. De molestar tanto a mi hermana. De no leer lo que me gusta por la universidad. De no levantarme temprano por mi propia cuenta. De caminar solo en parques solitarios, cuando nadie lo piensa e imagina. De ser tan confiado. De cuidar mucho lo que digo. De limpiar mí cuarto tan pésimo. De perder las cosas muy seguido. De haberme tocado un grano. De ser tan distraído. De preguntar poco en clase. De decir “que moriré soñador” cuando lo dudo. Yo me arrepiento, es cierto, de muchas cosas y mas…

jueves, 17 de marzo de 2011

La Avidez del lector

¿Qué es lo que busca un lector realmente?
El placer de los ojos y del entendimiento acompañado de la libre forma de interpretación y la autonomía de una imaginación diversa.
PVP es a lo que llamamos punto de vista personal y la apreciación crítica del novel o versado escritor no es sin duda un látigo de parcialidad. Cada quien elige erigir las escenas de un texto, cada quien elige colorear su mundo y sobre todo cada quien elige guardar o simplemente dar lectura breve del momento a un texto.
Para una sincera postura de gusto, agrado, admiración y hasta inspiración, un texto debe tener simplemente todo. Poseer condiciones en la cual el lector se identifique o, comúnmente, embelese al alma (por no decir ojos y entendimiento) cautivándola de manera natural y adecuada.
El oportuno uso de técnicas al escribir, el uso correcto de palabras, la armonía de múltiples conceptos, contribuye considerablemente a enriquecer un relato breve o extenso y con ello a la plena imaginación circulante. Eh ahí una de las causas por la cual es de mucha relevancia la astucia creadora. El lector busca por sobretodo placer y una buena forma de transportarse por mundos que ni siquiera “vivirá en vida”.